Los médicos constituimos la referencia básica de la inmensa mayoría de los ciudadanos cuando acuden a los servicios sanitarios. Somos los auténticos protagonistas de la asistencia sanitaria, por encima de instituciones y tecnologías.

De los médicos, tal vez en mayor medida que en otros profesionales sanitarios, se ha esperado siempre un comportamiento ejemplar, atendiendo a ciertas normas que provienen de los valores que compartimos y defendemos.

Estamos en el momento oportuno de reivindicar nuestro papel en el sector sanitario en concreto y en la sociedad en general. 

Apostando por convertirnos en profesionales con gran valor añadido y no en meros recursos humanos fácilmente sustituibles, sin opinión ni relevancia.

Los restantes actores sanitarios y los ciudadanos deben conocer que los médicos queremos recuperar nuestro protagonismo, y como Gálvez Ginachero o Gregorio Marañón hizo en su tiempo, dignificar el papel del médico en la sociedad en la que vive.

La provincia de Málaga cuenta con una sanidad pública y privada de gran calidad, muy a la vanguardia de Andalucía, representada por profesionales de referencia en todo el territorio nacional.

No obstante, el sector sigue enfrentándose a numerosos retos, tanto coyunturales como estratégicos, con cuestiones fundamentales e inaplazables que debemos abordar como la inversión en la sanidad pública, la reforma de la AP, la nueva importancia de la salud pública, la cronificación de ciertas enfermedades o el papel de la tecnología y la innovación en los avances sanitarios. En la medicina privada existe un marco de relación con los médicos con algunas rigideces que no favorecen los equilibrios financieros deseables y que hay también que corregir.